En este post trataremos sobre la neurofelicidad, de qué estamos hablando cuando utilizamos ese término y sus posibles aplicaciones terapéuticas.
Neurofelicidad es la unión de neuro y felicidad, por lo que podemos imaginar que hablar de neurofelicidad es tratar de la felicidad y el cerebro, de cómo éste puede puede moldearse para incrementar nuestros estados de felicidad.
Según Manuela Martínez Ortiz, En la actualidad se está investigando cómo se origina la felicidad y los sentimientos agradables que la acompañan: satisfacción, motivación, esperanza, optimismo y alegría. Gracias al gran avance en el conocimiento sobre el cerebro se sabe que la felicidad no es un estado al que se llega por azar, sino que es el resultado de la actividad de unos circuitos cerebrales diseñados por la evolución para producir este estado de bienestar. Los mecanismos cerebrales de la felicidad son parcialmente similares a los implicados en las emociones positivas y en el placer. El conocimiento sobre qué activa estos circuitos permite actuar, de forma voluntaria, en nuestro beneficio. La felicidad es, por tanto, un producto del cerebro, pudiendo, así, considerarse que la fórmula de la felicidad está en el cerebro.
En neurociencia se habla de la plasticidad cerebral o neuroplasticidad para referirse a lo moldeable que es la estructura y actividad del cerebro a lo largo de toda nuestra vida, por lo que está en permanente cambio. Así, a través del control de nuestros pensamientos, las emociones y la conducta conseguiremos los cambios cerebrales necesarios para hacer que nos sintamos felices.
Este vídeo trata sobre cómo el cerebro puede entrenarse para la alegría, la felicidad y las sonrisas. VÍDEO
Por lo tanto, cualquier planteamiento que hagamos sobre qué pautas debemos seguir para alcanzar y mantener el estado de felicidad puede beneficiarse de los conocimientos científicos sobre el funcionamiento del órgano en el que reside la mente: el cerebro. Así, nosotros podemos poner de nuestra parte para que los circuitos cerebrales de la felicidad se activen y, de este modo, sentirnos bien. El conocimiento sobre qué activa estos circuitos nos permitirá actuar en nuestro beneficio.
Todos podemos ser más felices de lo que somos, más allá de la genética y las condiciones sociales. Es una cuestión de aprendizaje, que se puede logar con ejercicios y disciplina. La felicidad es un aprendizaje y que, en la actualidad, por primera vez, está siendo estudiada como ciencia. El conocer cómo podemos ser más felices puede ser de ayuda a cualquier edad de la vida y tener efectos beneficiosos en todos los aspectos de nuestra vida, desde las relaciones familiares e íntimas a conseguir los logros que uno considera importantes. Pero es más, también ayuda a tener unas herramientas que nos permiten tolerar el dolor, la frustración, el fracaso, y seguir adelante con ánimo, confianza en nosotros mismos y esperanza. (Manuela Martínez)
Una característica muy importante de la neuroplasticidad es que puede ser guiada, favorecida o estimulada a través de la conducta o la estimulación sensorial, por ejemplo, con la repetición de ciertos patrones de movimiento, o mediante la estimulación sensitiva. Mediante múltiples investigaciones, técnicas como el biofeedback o retroalimentación biológica, mindfulness y otras prácticas de relajación, han confirmado que el organismo, al practicarlas de forma regular, segrega una serie de hormonas tales como: serotonina, que alivia el estado de ánimo; dopamina, que estimula la motivación e interés y endorfinas, que generan felicidad y analgesia, ya que son opiáceos naturales del organismo. Son por eso llamadas “hormonas de la felicidad”.
De esta forma, el uso de técnicas de este tipo va a propiciar un aumento de la felicidad de la persona y pueden aplicarse desde distintos enfoques de prevención y tratamiento de enfermedades.
La neurofelicidad podría aplicarse, por ejemplo, en la prevención de drogodependencias, pues la persona que aprende a entrenarse para ser más feliz sin drogas, será menos vulnerable a caer en el consumo de ellas.
Para más información sobre esto, podéis escuchar a la propia Manuela Martínez en una conferencia sobre Neurofelicidad: cómo reprogramar tu cerebro para ser feliz. CONFERENCIA